Los tumores malignos de páncreas, o cáncer de páncreas, son grupos de células que proliferan de forma desordenada y que constituyen cáncer, por eso son llamados “malignos”. Entre los diferentes tipos de cáncer, el de páncreas es uno de los que más temor y ansiedad causan en los pacientes, por eso es importante aclarar de qué se trata realmente y despejar mitos de realidades. En este artículo trataremos los principales tipos de tumor maligno de páncreas, sus factores de riesgo y síntomas, cómo se diagnostican y sus tratamientos.
El cáncer de páncreas, como todas las manifestaciones del cáncer en órganos, se presenta mediante tumores sólidos. Independiente de las características específicas del tumor, esta clasificación permite distinguirlo de los cánceres hematológicos, como las leucemias o linfomas.
¿Qué es el páncreas?
El páncreas es un órgano que se ubica en el abdomen detrás del estómago y cumple funciones tanto digestivas como endocrinas. Esto significa que regula el funcionamiento de órganos y procesos mediante la producción y liberación de sustancias (hormonas) que actúan como mensajeros.
Su función principal, a nivel endocrino, es regular los niveles de azúcar en la sangre (glicemia) y secretar diversas hormonas (como la insulina, entre otras), por lo tanto, funciona como una glándula.
Como parte del sistema digestivo, secreta jugo pancreático en el duodeno (a través del conducto pancreático) y enzimas digestivas, que descomponen los carbohidratos, las proteínas y las grasas de los alimentos que ingresan al duodeno desde el estómago.
¿Qué tipos de cáncer de páncreas existen?
Existen diversos tipos de cáncer de páncreas. Habitualmente se clasifican en dos grupos generales, según las dos funciones principales del páncreas: la digestiva y la endocrina.
Alrededor del 95% de los casos de tumores malignos de páncreas ocurren en la parte del páncreas que produce enzimas digestivas, conocidas como componente exocrino. Los diferentes tipos de cáncer de páncreas exocrino se diagnostican y tratan, en general, de forma similar.
El porcentaje minoritario de los cánceres que surgen en el tejido productor de hormonas o endocrino del páncreas, tienen características clínicas diferentes y se denominan tumores neuroendocrinos pancreáticos.
Adenocarcinoma
El adenocarcinoma es el tipo más común de tumores malignos de páncreas y representa más del 90% de los casos. Se define, en general, como una neoplasia del tejido epitelial, tejido que recubre la superficie exterior de los órganos y vasos sanguíneos de todo el cuerpo. Por lo tanto, es un tipo de tumor canceroso que puede ocurrir en varias partes del cuerpo, no siendo exclusivo del páncreas.
El adenocarcinoma pancreático se presenta en el revestimiento de los conductos del páncreas, habitualmente comienza como adenocarcinoma ductal pancreático. Su alta frecuencia es notable, dado que el tejido del que surge, el epitelio ductal pancreático, representa menos del 10% del páncreas en volumen celular, porque constituye sólo los conductos que forman un sistema extenso pero similar a un capilar que se abre en abanico dentro el páncreas. Aproximadamente 60 a 70% de los adenocarcinomas ocurren en la cabeza del páncreas.
También es posible que se presente como carcinoma de células acinares, aquellas que secretan la solución rica en bicarbonato para la neutralización de los ácidos presentes en el duodeno, además de otras enzimas pancreáticas, y representa entre el 1% y 2% de los cánceres exocrinos.
Los síntomas del adenocarcinoma y del carcinoma de células acinares son similares, e incluyen dolor abdominal, náuseas y pérdida de peso. La ictericia (coloración amarilla de la piel y/o del blanco del ojo) es un síntoma menos común. Debido al aumento de las enzimas, algunos pacientes pueden presentar erupciones cutáneas y dolor en las articulaciones.
Carcinoma de células escamosas
Este tipo de cáncer no endocrino de páncreas es extremadamente raro. Se forma en los conductos pancreáticos y está compuesto de células escamosas que normalmente no se ven en el páncreas. Dada su baja prevalencia el conocimiento de este tipo de cáncer no es tan acabado como en los otros casos. No obstante, la evidencia muestra que posee un mal pronóstico debido a que la mayoría de los casos se descubren después de la metástasis.
Carcinoma adenoescamoso
Este tipo raro de cáncer de páncreas representa del 1 al 4% de los cánceres de páncreas exocrinos. En comparación con el adenocarcinoma, el carcinoma adenoescamoso es uno de los tumores malignos de páncreas más agresivo y con peor pronóstico. Estos tumores muestran características tanto del adenocarcinoma ductal como del carcinoma de células escamosas.
Carcinoma coloide
Este tipo poco frecuente de cáncer de páncreas representa del 1 al 3% de los cánceres de páncreas exocrinos. Estos tumores malignos de páncreas tienden a desarrollarse a partir de un tipo de quiste benigno llamado neoplasia mucinosa papilar intraductal.
Se llama coloide debido a que las células malignas en el tumor coloide pancreático flotan en una sustancia gelatinosa (coloidal) llamada mucina. Es de diseminación menos agresiva, es más fácil de tratar que otros cánceres de páncreas y posee un mejor pronóstico.
Cáncer de páncreas neuroendocrino
Los tumores neuroendocrinos pancreáticos se desarrollan a partir de células en la glándula endocrina del páncreas, que secreta las hormonas insulina y glucagón al torrente sanguíneo para regular el azúcar en sangre.
Son conocidos también como tumores endocrinos o de células de los islotes. Los cánceres neuroendocrinos son poco frecuentes y representan menos del 5% de todos los casos de cáncer de páncreas.
Otros tipos de cáncer de páncreas
Los cistadenocarcinomas representan el 1% de los cánceres de páncreas y tienen un mejor pronóstico que los otros tipos exocrinos.
El pancreatoblastoma es una forma poco común que se presenta principalmente en la infancia y con un pronóstico relativamente bueno.
¿Cuáles son los síntomas del cáncer de páncreas?
Una de las principales razones de las bajas tasas de supervivencia del cáncer de páncreas, es que normalmente no causa síntomas reconocibles en sus primeras etapas. En la mayoría de los casos, la enfermedad no se diagnostica hasta que se disemina. Cuando aparecen, los síntomas más frecuentes son:
- Dolor en la parte superior del abdomen o en la espalda, que a menudo se extiende desde el estómago hasta la espalda, que puede empeorar por la noche y aumentar con el tiempo para volverse intenso y permanente.
- Ictericia, coloración amarilla en el blanco de los ojos o la piel, en ocasiones se presenta en conjunto con orina oscura.
- Pérdida de peso rápida sin otra explicación plausible.
- Náuseas, sensación de saciedad y estreñimiento, derivados de los trastornos que produce el tumor en la función digestiva.
La relación entre cáncer de páncreas y diabetes es bidireccional. Por una parte la diabetes es un factor de riesgo para el cáncer de páncreas. También hay evidencia de que el cáncer de páncreas en sí mismo puede causar diabetes, en cuyo caso la aparición reciente de diabetes podría considerarse un signo temprano de la enfermedad.
Otras manifestaciones comunes de la enfermedad incluyen debilidad y cansancio fácil, boca seca, problemas para dormir y una masa abdominal palpable.
¿El cáncer de páncreas hace metástasis?
Por lo general, el adenocarcinoma de páncreas, el tipo de cáncer de páncreas más frecuente, se disemina primero a los ganglios linfáticos cercanos y luego al hígado o la cavidad peritoneal, el intestino grueso o los pulmones. Con menor frecuencia, se disemina a los huesos o al cerebro.
¿El cáncer de páncreas puede ser metástasis de cáncer en otras partes del cuerpo?
Si, pero es relativamente poco común, sólo el 2% de los casos de cáncer de páncreas es secundario o metastásico. El cáncer de riñón es el cáncer más común que se disemina al páncreas. Es seguido por el cáncer colorrectal y luego los cánceres de piel, mama y pulmón. En estos casos la cirugía del páncreas es una opción, ya sea con fines curativos o paliativos.
¿Cuáles son los factores de riesgo del cáncer de páncreas?
Los principales factores de riesgo del cáncer de páncreas son:
- Combinación de edad y sexo: el riesgo de desarrollar cáncer de páncreas aumenta con la edad. De hecho, la mayoría de los casos ocurren después de los 65 años, siendo poco habitual antes de los 40. La enfermedad es un poco más común en hombres que en mujeres.
- El tabaquismo es el factor de riesgo evitable más nítido.
- Obesidad.
- Antecedentes familiares: 5 a 10% de los casos de cáncer de páncreas tienen un componente hereditario. Es decir, las personas tienen antecedentes familiares de este tipo de cáncer.
- Padecer de pancreatitis crónica, el riesgo de cáncer de páncreas en personas con pancreatitis familiar es particularmente alto.
- Cómo hemos indicado antes, la diabetes mellitus es un factor de riesgo de cáncer de páncreas.
- Consumo excesivo de alcohol. Si bien no está demostrado que el consumo de alcohol sea un factor de riesgo directo, si es una causa importante de pancreatitis crónica, que predispone al cáncer de páncreas.
¿Cómo se diagnostica el cáncer de páncreas?
Dado que los síntomas suelen aparecer tardíamente, se aconseja desarrollar programas de seguimiento de poblaciones en riesgo, siguiendo los factores indicados en la sección anterior. Esto, sin perjuicio de la educación dirigida a la población en general para reducir los factores evitables.
En la consulta, los síntomas, además de tardíos, son muchas veces poco específicos. Por esto es necesario el apoyo de imágenes médicas, como ecotomografía (ultrasonido), TAC (scanner) y resonancia magnética.
Las imágenes son útiles como apoyo al diagnóstico y para determinar la ubicación, tamaño y morfología general del o los tumores malignos de páncreas. Así puede determinarse si la cirugía es posible.
Los exámenes de laboratorio de función hepática pueden además dar señales de una consecuencia frecuente del cáncer de páncreas, que es la obstrucción de la vía biliar.
La biopsia aspirativa puede ser también un complemento al diagnóstico, cuando no hay certeza absoluta del mismo, aunque el análisis anatomopatológico no suele influir en la decisión sobre la realización de una cirugía.
La importancia de un diagnóstico precoz
El cáncer de páncreas fue tradicionalmente una enfermedad de muy mal pronóstico. Afortunadamente, el avance de los últimos años ha permitido mejorar la prognosis de muchos casos. Evidentemente, esto depende de cada caso individual, de la extensión y estadío de avance del cáncer, y de la existencia de metástasis, entre otros factores.
Es sumamente importante un diagnóstico y cirugía precoz para mejorar las perspectivas de tratamiento. Esto se logra mediante el seguimiento de grupos con factores de riesgo, el uso de imágenes de apoyo y el manejo activo de los casos en que existen nódulos pancreáticos sospechosos.
¿Cómo se trata el cáncer de páncreas?
Un factor clave en la mejoría de los resultados en el tratamiento del cáncer de páncreas es el enfoque multidisciplinario. Ha mejorado el conocimiento de la enfermedad sí, también hay avances importantes en técnicas quirúrgicas. También en otras variantes de un tratamiento multimodal, como la quimioterapia.
En el caso de la cirugía, existe un notable avance en técnicas laparoscópicas, menos invasivas, en el cáncer de páncreas. La cirugía laparoscópica es una técnica en general ya consolidada, pero su aplicación a cirugías de muy alta complejidad es más reciente.
La cirugía del páncreas es muy compleja, dado que es un órgano de difícil acceso, próximo a grandes vasos y a otros órganos. Por esto los resultados dependen fuertemente de la experiencia del equipo quirúrgico en este procedimiento específico.
Todos los avances en el tratamiento del cáncer, sólo serán útiles si en manos de equipos actualizados, diestros y con experiencia práctica comprobada.
En resumen
El cáncer de páncreas es una condición seria, en la que la ciencia médica ha avanzado significativamente en los últimos años. Si bien no es posible garantizar resultados en forma general y universal, es importante saber que el cáncer de páncreas no es una condena automática. En manos de equipos competentes y expertos, existen posibilidades de recuperación.
Doctor Erwin Buckel
Cirujano de Páncreas, Hígado y Trasplante
Clínica Las Condes