El cáncer es motivo de muchas preguntas en la consulta de un especialista. Preguntas que van normalmente acompañadas de una muy comprensible ansiedad y temor, y que intentaremos responder a grandes rasgos en este artículo, sin la intención de reemplazar la necesaria conversación con un profesional. Aquí, en especial, hablaremos del cáncer de hígado.
El cáncer es una enfermedad compleja, de múltiples manifestaciones. El conocimiento y la práctica médica han avanzado a un ritmo impresionante en las últimas décadas, también en el campo de la oncología médica y de la cirugía oncológica, pero intentar responder de forma honesta y veraz estas preguntas requiere hacer la aclaración de que en muchos casos las respuestas en general comenzarán con un “depende”.
En efecto, cada paciente es único, cada paciente de cáncer lo es. Los síntomas, las posibilidades de tratamiento, los resultados, cómo se siente y experimenta el cáncer, son preguntas en que la respuesta final será individual.
Dicho todo esto, revisemos algunas de las preguntas más habituales con las que nos encontramos en la práctica cotidiana.
Un paciente o un familiar de un paciente, que está más informado, tiene mejores posibilidades de ser un agente importante y un protagonista en su lucha contra la enfermedad.
Las respuestas que verás en este artículo, siendo veraces, son generales. En este mismo sitio podrás encontrar otros artículos donde tratamos con detalle los cánceres primarios y secundarios de hígado, así como los tumores benignos de hígado, que no son cáncer pero en algunos casos pueden evolucionar a convertirse en uno.
¿Cuáles son las causas del cáncer de hígado? ¿Por qué aparecen tumores en el hígado?
El secundario o metastásico, es el cáncer de hígado más frecuente. Esto quiere decir que, si vemos cáncer en el hígado, es probable que el cáncer se haya iniciado en otra parte del cuerpo, en otro órgano, y se haya diseminado, o metastatizado, hacia el hígado.
Los orígenes más frecuentes del cáncer secundario de hígado son el cáncer colorrectal, del tracto gastrointestinal y los tumores neuroendocrinos. También puede haber cáncer secundario de hígado originado en otros órganos, como los pulmones, riñones, próstata, pulmones, etc.
También existe cáncer primario de hígado, es decir, que ha comenzado en el hígado en primer lugar. En este caso, las causas principales son la cirrosis hepática o la infección por virus de hepatitis B o C.
¿Cuáles son los síntomas del cáncer de hígado?
Este tipo de cáncer tiene síntomas poco específicos, como dolor e inflamación. Decimos poco específicos, porque el dolor y la inflamación pueden tener muchas otras causas, de hecho más frecuentes que el cáncer.
Además, los síntomas del cáncer de hígado suelen aparecer en forma tardía, por lo que el mejor enfoque es vigilar a las personas con factores de riesgo de cáncer, por ejemplo, los pacientes de cirrosis hepática, con hepatitis tipo B o C, o aquellos que padecen cánceres que suelen desarrollar metástasis hepáticas.
¿Cómo se sabe si un tumor de hígado es benigno o maligno?
En parte el diagnóstico es clínico, es decir, basado en los síntomas, signos, antecedentes y otra información que el paciente refiera en la consulta. No obstante, dado que esta información puede no ser concluyente, para saber el tipo de tumor que un paciente tiene, es necesario recurrir a imágenes médicas, como la ecotomografía, TAC (scanner) y resonancia magnética, y también a una biopsia hepática, para que un médico anatomopatólogo analice la morfología de las células del hígado.
¿Cuánto tiempo puede vivir una persona con cáncer de hígado?
La respuesta simple a esta pregunta sería: desde pocas semanas o hasta los 100 años. En el peor de los casos, en un cáncer metastatizado, en estado avanzado, probablemente el recurso se limita a los cuidados paliativos para mitigar el dolor físico y ayudar al paciente a lidiar con su situación.
En un escenario más optimista, por ejemplo en cánceres primarios en estadíos tempranos, los tumores pueden ser íntegramente extraídos y el paciente puede continuar con una vida plena y normal por todos los años que le queden.
No obstante, vale la pena decir, en el enorme espectro de casos intermedios, que la expectativa de recuperación y sobrevida ha aumentado de forma significativa en los últimos años.
¿Cómo se cura el cáncer de hígado?
Dependiendo del tipo de cáncer y su extensión y grado de diseminación, pueden ser útiles los tratamientos no quirúrgicos como la quimioterapia y la radioterapia, o también procedimientos mínimamente invasivos como la embolización.
En cuanto a la cirugía, desde la resección parcial del hígado (hepatectomía parcial) hasta el trasplante de hígado, existe una serie de alternativas para el tratamiento del cáncer de hígado.
¿Qué pasa cuando el cáncer hace metástasis en el hígado?
Cuando el cáncer de hígado es secundario, es decir, cuando hay metástasis en el hígado, se produce una proliferación descontrolada de células cancerosas en el hígado. Con la particularidad propia de las metástasis, de que estas células no son del tipo habitual de las que existen en el hígado, sino que del punto de origen del cáncer.
Es decir, podemos observar proliferación de células del colon, por ejemplo, pero en el hígado. En la medida que el diagnóstico sea preciso y los tumores de un número y tamaño acotados, es posible extraerlos quirúrgicamente.
Como siempre, el trasplante es una opción, en la medida que el estado general del paciente y el grado de avance de la enfermedad lo aconsejen. Por esto es tan importante que trabajen en equipo el oncólogo, el gastroenterólogo hepatólogo, el cirujano y otros profesionales.
¿Qué es un tumor benigno en el hígado?
Un tumor, en general, es un crecimiento anormal de un grupo de células. Son llamados “malignos” cuando son cancerosos, y “benignos” cuando no lo son.
Existen diversos tipos de tumores benignos del hígado, y en general, como el nombre indica, son de menor gravedad que los malignos. Es importante, de todos modos, diagnosticarlos y tratarlos, no sólo porque pueden producir molestias y complicaciones, como las hemorragias en el caso de los hepatoadenomas, sino porque algunos pueden evolucionar y convertirse en tumores malignos.
¿Cuándo se puede operar un tumor maligno?
A grandes rasgos, cuando su número y tamaño afectan a una porción acotada del hígado. También se debe considerar el tipo de tumor, la condición general del paciente y el estadío global de la enfermedad.
Es posible extraer una parte del hígado, y que este siga funcionando, esto es una hepatectomía parcial, es decir, “sacar una parte del hígado”.
Además, el hígado es un órgano que puede ser trasplantado. El trasplante de hígado es una cirugía de muy alta complejidad y no exenta de riesgos, pero en algunos casos es la mejor opción.
¿Cuántos tipos de tumores de hígado existen?
En este artículo nombraremos los principales tipos de tumor de hígado. Puedes leer los artículos en este mismo sitio, en los que los explicamos con mayor detalle.
Los principales tipos de tumor de hígado son:
- Dentro de los tumores primarios malignos de hígado: el más frecuente es el hepatocarcinoma, otros tipos menos frecuentes son el colangiocarcinoma, sarcoma y hepatoblastoma.
- Tumores secundarios de hígado: son las metástasis que se manifiestan en el hígado. Principalmente originadas por cáncer colorrectal, del tracto gastrointestinal y de tumores neuroendocrinos.
- Tumores benignos de hígado: hemangiomas, adenomas, hiperplasia nodular focal y quistes hepáticos.
Para terminar, algunos consejos
Esperamos haber respondido, dentro del alcance de este artículo, algunas de las preguntas más frecuentes. Para terminar, permíteme dar algunos consejos que pueden hacer la diferencia:
- Infórmate, y consulta a tu especialista, sobre los avances y nuevas alternativas de tratamiento en el cáncer de hígado. Existen tecnologías y técnicas relativamente nuevas, como la cirugía mínimamente invasiva (Laparoscópica o Robótica), que han demostrado excelentes resultados en patologías complejas. Algo similar ocurre con los avances tecnológicos en diagnóstico, como la resonancia magnética de última generación y el PET-CT.
- Consultar con especialistas con experiencia demostrada. Esto no se limita a tener los estudios correspondientes, sino también es de importancia que tu cirujano sea un experto en la práctica. Es como las horas de vuelo de los pilotos, e igualmente importante si se trata de tu salud y de tu vida.
- El tratamiento quirúrgico oportuno mejora las posibilidades de ganar al cáncer.
- No tengas temor en pedir una segunda opinión.
- Es importante que te realices chequeos preventivos cuando hay antecedentes familiares.
- Es esencial que tu especialista trabaje en equipo con otros profesionales expertos, como oncólogos y gastroenterólogos especialistas, en este caso, en hígado o hepatólogos.
Doctor Erwin Buckel G.
Cirujano de Páncreas, Hígado y Trasplante
Clínica Las Condes