Donación de órganos en Chile

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La donación de órganos en Chile es uno de los grandes temas de salud pública donde tenemos aún muchos espacios de mejora y tareas pendientes.

Si bien ha habido numerosas voces y campañas con difusión mediática, las tasas de donación en Chile no son comparables a las de otros países. ¿Con qué contamos? ¿Qué nos falta?

La necesidad de donar de órganos para salvar vidas 

El trasplante de órganos es, para muchas personas, la única opción para mantenerse con vida. O de optar a tener no sólo más años de vida, sino que una vida útil, funcional y plena.

A nivel médico, el trasplante de un órgano se indica en casos de enfermedad que significa el deterioro grave e irreversible de la función de un órgano.

La donación de órganos es un acto altruista. Está libre de incentivos económicos o de otro tipo, que no sea simplemente dar una oportunidad a otra persona.

En Chile aún existen barreras más allá de lo médico, que encuentran sus raíces en creencias o en factores culturales o en el simple desconocimiento. Estos factores muchas veces impiden que se concrete una donación, que podría salvar una vida.

Las creencias religiosas y de las tradiciones culturales, son parte fundamental de la identidad de una persona. Aún así, es esencial que la donación de órganos se transforme en un imperativo moral para cada persona. 

En 20 años, los trasplantes en Chile han seguido una tendencia ligeramente creciente. Hemos pasado de aproximadamente 300 al año, a cerca de 400.

El 2019 fue el año con mayor número de trasplantes realizados. La baja del año 2020 puede deberse a la escasez de recursos hospitalarios disponibles por la pandemia de COVID-19.

Mitos acerca de la donación de órganos en Chile

Tratemos en este punto algunas creencias que pueden estar afectando, principalmente, en la tasa de negativa familiar.

  • “Las personas de más recursos tienen acceso prioritario a los trasplantes”. En Chile, por ley, la lista de espera, la aparición de un donante y los criterios de priorización, son estrictamente médicos-éticos. La priorización de las listas de espera por órgano es transversal al sistema público y privado. No considera factores socioeconómicos, ni ningún otro que no sea el estado de salud y perspectivas del potencial receptor.
  • “Si soy donante, el equipo médico podría no intentar salvar mi vida”. Esto es absolutamente falso. El equipo de salud a cargo de un paciente, intentará por todos los medios posibles salvar su vida y recuperar su salud. No existen equipos médicos que tengan incentivos para obtener un donante por la vía de ser negligentes en el cuidado de los pacientes.
  • “Existe tráfico de órganos”. El tráfico de órganos está penado por ley en Chile. Los costos económicos de un trasplante son aquellos derivados de la atención médica y de los recursos que se emplean. En ningún caso se puede cobrar ni pagar por un órgano como tal. Esto incluso se aplica a las transfusiones de sangre. Los costos de una transfusión se refieren a los servicios profesionales, exámenes, etc., no a la sangre en sí.
  • “El cuerpo queda desfigurado tras la donación”. Esto también es falso. El equipo que extrae los órganos tiene el imperativo ético y el cuidado de dejar el cuerpo del donante en una condición digna. Y así es entregado a sus familiares. Esto, aún cuando una persona haya donado varios de sus órganos.

Listas de espera y mortalidad en listas de espera en Chile 

En 2010 se creó la Coordinadora Nacional de Trasplantes, dependiente del Ministerio de Salud de Chile. Está encargada de implementar la política nacional de donación y trasplantes.

Las listas de espera son mantenidas y administradas por el Instituto de Salud Pública (ISP). Éste participa junto a la Coordinadora Nacional de Trasplantes en la definición y vigilancia de los criterios de incorporación de pacientes a dichas listas.

A Febrero de 2021, 2.340 personas se encuentran en lista de espera para ser receptores de un órgano. De éstas, el 91% espera la donación de un riñón. Además, 144 personas esperan la donación de un hígado y las 66 restantes esperan por un páncreas, corazón o pulmón. 

¿Qué nos falta en cuánto a donación de órganos en Chile?

La paradoja es que Chile posee una institucionalidad sólida para el manejo de la donación y lista de espera de receptores potenciales de un trasplante. Esto se suma a la existencia de equipos médicos y centros hospitalarios capacitados para realizar trasplantes.

Sin embargo, en el año 2016 la mortalidad alcanzó al:

  • 17% en la lista de espera de trasplante de pulmón
  • 2% en la de riñón
  • 14% en la de corazón
  • 32% para los pacientes en la lista de espera de hígado.

Y la explicación no reside en carencias médicas o institucionales.

A la mortalidad en lista de espera, deben sumarse aquellos pacientes que, por la larga espera de una donación, acaban por agravarse. En estos casos, salen de la lista de espera porque su condición de salud, ya no los califica para estar en espera de un órgano.

Tasas de donación y negativa familiar

En países desarrollados las tasas de donación oscilan entre los 20 y 35 donantes por millón de habitantes. España es el país que lidera en este sentido, con 50 donantes por millón. La tasa de negativa familiar es de alrededor de 20%.

En un evidente contraste, en Chile, las tasas de donantes por millón de habitantes hasta 2016, rara vez superaron los 7 donantes/millón. En el cuatrienio 2017 a 2020 se observa un aparente aumento a tasas más cercanas a 10 por millón. No obstante, no se puede calificar aún como un aumento sostenido o tendencial. 

Por último, la tasa de negativa familiar llegó en 2016 al 51%. Esto muestra la importancia de los factores culturales y de la falta de información en la brecha existente en la donación de órganos.  

Cambios en leyes de donación de órganos en Chile 

Ley de 1996

La donación de órganos ha sido normada en Chile por dos leyes sucesivas.

Ley 19.451, de 1996. Entre sus principales disposiciones están:

  • El fin exclusivamente terapéutico del trasplante
  • La donación de órganos es gratuita. Los gastos del trasplante estarán a cargo del receptor del órgano.
  • La extracción de órganos en vida se permite entre personas relacionadas, y sin perjuicio grave de la salud del donante.
  • El donante debe manifestar su consentimiento en un acta y de forma libre, expresa e informada, señalando el órgano a donar.
  • En caso de fallecimiento de un menor de 18 años, sus padres o representante legal podrán autorizar la donación de algún órgano.

Ley vigente

Ley 20.413, vigente desde el 6 de enero de 2010. El principal cambio en el espíritu de la ley es el paso de un principio de respuesta requerida, a uno de «consentimiento presunto». Ya no se requiere manifestación explícita de la persona de su deseo de ser donante de órganos. Se presume que la persona fallecida es, de hecho, donante.

Las principales modificaciones hechas en esta ley son:

  • Toda persona mayor de 18 años será considerada por ley como donante, a menos que exprese su voluntad de no serlo.
  • No se podrá conocer la identidad del donante por la familia del receptor. Tampoco la del receptor por la familia del donante, manteniendo estricta confidencialidad en los datos.
  • La extracción de órganos en vida se realizará en mayores de 18 años. Además, el receptor debe ser un pariente consanguíneo o por adopción hasta cuarto grado.
  • En el caso de donaciones desde personas fallecidas, la muerte debe ser acreditada mediante certificación unánime por un equipo médico. En este equipo debe existir al menos un neurólogo o neurocirujano. Los médicos que certifican no pueden formar parte del equipo médico que realizará el trasplante.

La ley define también los parámetros para la declaración de muerte:

  • Inexistencia de movimiento voluntario por una hora.
  • Apnea posterior a desconexión de ventilador mecánico por 3 minutos.
  • Ausencia de reflejos troncoencefálicos.

En resumen

La donación de órganos es, para más de dos mil chilenos, la única expectativa de prolongar y recuperar su vida. El país cuenta con el marco legal e institucional, y los profesionales capaces de realizar toda la labor médica requerida.

La gran brecha a salvar es la baja tasa de donación. Se puede explicar por la falta de información y difusión. O bien por la persistencia de mitos que dificultan resolver este problema, literalmente de vida o muerte para muchas personas y sus seres queridos.

Doctor Erwin Buckel G.
Cirujano de Páncreas, Hígado y Trasplante
Clínica Las Condes

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